Nuestro Hospital

miércoles, 23 de abril de 2014

In Memoriam. Gabo y los niños.

García-Márquez

“Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela”.
Bernard Shaw
“Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma. Una educación […] que integre las ciencias y las artes a la canasta familiar, de acuerdo con los designios de un gran poeta de nuestro tiempo que pidió no seguir amándolas por separado como a dos hermanas enemigas”.
Gabriel García Márquez
En 1994 —hace ya 20 años—, se convocó, en Colombia, a una Misión —llamada, en los medios académicos, de los diez sabios— con el fin de que elaborara una carta de navegación que sirviera a la educación colombiana para corregir errores y proyectar virajes que condujeran a realizaciones futuras. Recordemos que esos diez sabios fueron: Eduardo Aldana Valdés, Luis Fernando Chaparro, Gabriel García Márquez, Rodrigo Gutiérrez Duque, Rodolfo Llinás, Marco Palacios Rozo, Manuel Elkin Patarroyo, Eduardo Posada Flórez, Ángela Restrepo Moreno y Carlos Eduardo Vasco. Es entonces cuando García Márquez escribe el documento, en el tomo II, titulado “Manual para ser niño”:
Manual para ser niño
“Aspiro a que estas reflexiones sean un manual para que los niños se atrevan a defenderse de los adultos en el aprendizaje de las artes y las letras. No tienen una base científica sino emocional o sentimental, si se quiere, y se fundan en una premisa improbable: si a un niño se le pone frente a una serie de juguetes diversos, terminará por quedarse con uno que le guste más. Creo que esa preferencia no es casual, sino que revela en el niño una vocación y una aptitud que tal vez pasarían inadvertidas para sus padres despistados y sus fatigados maestros.
Creo que ambas le vienen de nacimiento, y sería importante identificarlas a tiempo y tomarlas en cuenta para ayudarlo a elegir su profesión. Más aun: creo que algunos niños a una cierta edad, y en ciertas condiciones, tienen facultades congénitas que les permiten ver más allá de la realidad admitida por los adultos”.
 
“He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre”.
Gabriel García Márquez
dedo
 
“Los seres humanos no nacen para siempre el día que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez”.
“Los padres quisiéramos siempre que nuestros hijos fueran mejores que nosotros, aunque no siempre sabemos cómo”.
“Descubrí de pronto, cuando mis hijos empezaron a crecer, que mi verdadera vocación es la de ser padre: me gusta serlo, la experiencia más apasionante de mi vida ha sido la de ayudar a crecer a mis dos hijos, y creo que lo que he hecho mejor en mi vida no son mis libros sino mis hijos”.
“En la relación con mis dos hijos no hubo explosiones de fácil autoridad, sino un tratamiento de rigurosa igualdad casi desde la cuna. El resultado es muy aceptable: dueños de sus propias acciones, los dos miran a la gente y en general a la vida con una dosis de inteligencia y humor”.
Gabriel García Márquez
En diciembre de 1978, Gabo completa su cuento “La luz es como el agua”, que narra la mágica aventura de dos hermanos que convierten la luz eléctrica en medio de navegación.
La luz es como el agua
 
Los hermanos Toto de nueve años y Joel de siete, persuaden a sus padres de conseguirles un bote y equipo de buceo para explorar su departamento con el bote a cambio de conseguir distinciones en el colegio.
“—La luz es como el agua —le contesté—: uno abre el grifo, y sale”.

 
En Red Dédalo hemos querido hacer con estos textos, imágenes y vídeos un humilde homenaje, con todo nuestro cariño, a Gabo. ¡Hasta siempre, compañero!
Gabo y los niños
 

 "En la educación de los niños lo único importante es encontrar el juguete que llevan dentro..."

 

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