Eran las diez y media de la mañana cuando el sonido de las sirenas de los coches de la Policía Nacional empezaba a inundar los alrededores del Hospital Universitario de Puerto Real. Y aunque la escena sobresaltó a quienes se encontraban en la puerta principal del centro, la calma llegó enseguida cuando de uno de los coches patrulla bajaban tres personas muy reconocidas por todos: Melchor. Gaspar y Baltasar.
Los Reyes Magos de Oriente anticiparon este jueves, 22 de diciembre, su visita al centro hospitalario gracias a las gestiones realizadas por los agentes de Policía de la Comisaría de El Puerto-Puerto Real. Se retomaba de este modo un encuentro, que es una tradición en la Comisaría, pero que en los últimos años no pudo celebrarse debido a las restricciones que impuso la pandemia
“Son muchos los agentes que se implican y que trabajan todo el año para este momento, con el único objetivo de que hoy vengan Sus Majestades a visitar a los niños y tengan un rato de felicidad dentro de su estado medico”, explicaba el Comisario Jefe de la Comisaria de El Puerto-Puerto Real, José Miguel Sáenz.
Los monarcas, cargados de regalos y golosinas, han visitado este jueves a los niños hospitalizados en Puerto Real, en una visita que posteriormente se ha repetido en el Hospital Santa María de El Puerto. Han recorrido plantas como la de Pediatría, Maternidad, Consultas Pediátricas, Salud Mental y la UCI, entre otras, para llevar regalos a los pequeños hospitalizados y darles una sorpresa.
Un gesto que han agradecido tanto los niños y niñas como los familiares de estos, que han encontrado un respiro en los complicados momentos que están viviendo. “Afortunadamente el niños está mucho mejor. Estar en un hospital siempre en una trago complicado y en estas fechas muchos más”, decía la madre de unos de los pequeños a los monarcas, que deseaban a la familia una pronta recuperación.
Esta visita ha formado parte de la campaña ‘Ningún niño sin juguete’ de la Comisaría de El Puerto-Puerto Real, y también una oportunidad de acercar el cuerpo policía a los más pequeños. “Es una oportunidad para que los niños vean en el policía a un amigo que puede ser necesario en un momento determinado. Tienen que acostumbrarse a que, si hay alguien al que tengan que recurrir, que sepan que el uniforme lo lleva una persona amiga”, incidió el Comisario. También pidió a las familias que eliminen esa “mala costumbre” de asustar a los niños y niñas “con que el policía se los va a llevar si se portan mal”. “Afortunadamente es algo que se está eliminando porque los niños deben comprender que estamos para ayudar”.